¿Qué es la leishmaniosis humana?

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Según la Organización Mundial de la Salud, la leishmaniosis humana tiene una incidencia de entre 1,5 y 2 millones de casos en el mundo y una prevalencia de 12 millones. El 90 % de los afectados se encuentran en India, Bangladés, Nepal, Brasil y Sudán. Sin embargo, desde el año 2000 se ha observado un aumento de casos en España, con un pico de 1 000 casos registrados entre 2019 y 2021.

¿Cómo se transmite la leishmaniosis humana?

El contagio de la leishmaniosis humana tiene lugar mediante la picadura de un flebotomo de la familia de los dípteros. La hembra de este insecto se alimenta de sangre de un animal contagiado, ingiriendo también el parásito de la Leishmania. Cuando el flebotomo vuelve a picar, inocula el protozoo al animal o persona sano. También se ha informado sobre otro tipo de contagios por vía venérea, transplacentaria o transfusiones sanguíneas, pero son casos infrecuentes.

Síntomas de la leishmaniosis humana

La leishmaniosis humana se manifiesta de diferentes maneras, afectando a diferentes zonas del cuerpo:

  • Los síntomas de la piel se caracterizan por lesiones ulceradas que se originan a partir de la segunda semana después del contagio. Son heridas que no suelen producir dolor y su proceso de cura suele ser autolimitante, pero pueden llegar a durar meses y dejar cicatrices.

 

  • Los síntomas de los órganos internos afectan especialmente al hígado y el bazo, y también a la médula ósea. De manera general, los síntomas suelen aparecer a partir de los 2 meses después del contagio, aunque pueden ser detectados desde los 10 días o pasar años antes de su manifestación. La aparición de fiebre junto con pérdida de peso suele dar la alarma, pudiendo estar acompañado de anemia y un aumento de tamaño del hígado y el bazo. En estos casos se requiere la hospitalización del paciente.

Tratamiento de la leishmaniosis humana

El tratamiento de la leishmaniosis humana es eficaz, si bien depende de los síntomas. Las lesiones en la piel no suelen requerir tratamiento, excepto antibiótico en caso de que se infecten. En otros casos se emplea la cirugía estética para corregir las desfiguraciones producidas por las heridas.

En el caso de los síntomas relacionados con los órganos internos se usan distintos tipos de fármacos como son la anfotericina B, antimoniales o sales de antimonio pentavalentes. Además, para reducir la toxicidad, estos medicamentos se combinan con fármacos como miltefosina y paromomicina.

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Factores de riesgo de la leishmaniosis humana

Los factores de riesgo de la leishmaniosis humana son:

  • Condiciones socioeconómicas: una vivienda sin las condiciones adecuadas puede ser un foco de flebotomos, siendo sus habitantes más susceptibles a sus picaduras.
  • Movilidad de la población: cuando personas no inmunizadas se mueven a zonas con alta prevalencia de la enfermedad.
  • Malnutrición: un organismo débil no puede hacer frente al parásito y evitar el desarrollo de la infección.
  • Cambios ambientales y climáticos: el cambio de temperaturas debido al cambio climático está afectando a la población de los flebotomos, pudiendo encontrarlos en zonas donde anteriormente no tenían presencia.

Prevención de la leishmaniosis humana

Las principales medidas de prevención de la leishmaniosis humana son:

  • Evitar los paseos en las horas de actividad de los flebotomos, amanecer y atardecer, y especialmente por zonas húmedas, cálidas y con vegetación.
  • Llevar ropa que cubra las regiones de la piel susceptibles a picaduras y usar repelentes.
  • Cubrir los carritos de los bebés con mosquitera siempre que sea posible.
  • En el interior de nuestro hogar se aconseja el uso de difusores eléctricos.
  • Aplicar insecticidas en los marcos de las puertas y las ventanas.
  • Instalar mosquiteras en puertas y ventanas para impedir la entrada del insecto.
  • Refrescar el interior con aires acondicionados y ventiladores, dificultando la presencia de mosquitos.
  • No acumular restos vegetales o escombros cerca de la vivienda, ya que puede convertirse en un nido de flebo

 

Además, las autoridades deben participar en el control de la enfermedad con medidas como:

 

  • Diagnóstico temprano y notificación de la enfermedad.
  • Controlar la población de flebotomos responsables del contagio.
  • Control de los animales reservorios de la enfermedad.
  • Actividades de sensibilización y promoción de la leishmaniosis.
  • Elaboración de directrices basados en datos científicos para luchar contra la enfermedad.
  • Suministro de pruebas diagnósticas.

 

Bibliografía:

 

  1. Comunidad de Madrid. Leishmaniasis. Disponible en: https://www.comunidad.madrid/servicios/salud/leishmaniasis#panel-41272 (Consultado en 04.24).
  2. Animal´s Health. España ha registrado más de 1.000 casos de leishmaniosis en humanos entre 2019 y 2021. Disponible en: https://www.animalshealth.es/profesionales/espana-ha-registrado-mas-1000-casos-leishmaniosis-humanos-2019-2021#:~:text=Espa%C3%B1a%20ha%20registrado%20m%C3%A1s%20de,humanos%20entre%202019%20y%202021 (Consultado en 04.24). 2023.
  3. Stopleishmania.org. Leishmaniosis en humanos. Disponible en: http://www.stopleishmania.org/es/leishmaniosis-humanos.php (Consultado en 04.24).
  4. Organización Mundial de la Salud. Leishmaniasis. Disponible en: https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/leishmaniasis (Consultado en 04.24).

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