¿Es leishmaniasis o leishmaniosis?

La leishmaniosis canina en castellano, o canine leishmaniasis en inglés, es una enfermedad contagiosa producida por un parásito sanguíneo del género Leishmania. En España, el principal causante es la especie Leishmania infantum, aunque hay otras especies del mismo género que pueden infectar a los perros.

Características de la leishmaniosis

La leishmaniosis canina, es una enfermedad grave que puede tener múltiples manifestaciones clínicas. En la mayoría de los casos, no existe cura, por lo que la manera más eficaz de mantener la salud de nuestra mascota es evitar el contagio, reforzar su sistema inmunológico y realizar test diagnósticos habitualmente. Para lo primero, contamos con diferentes medidas de prevención, como son el uso de vacunas y también collares y/o pipetas.

La leishmaniosis canina es una zoonosis, es decir, no sólo afecta a los perros, también pueden infectarse los humanos, además de otras especies como las liebres o los gatos.

¿Cómo se transmite la leishmaniosis en perros?

El contagio de la leishmaniosis, se produce a través de la picadura de un díptero de la familia de los flebotomos, de la cual se conocen hasta más de 10 tipos de especies diferentes en España. Las hembras son las encargadas de actuar de vector biológico, es decir, transmitir la enfermedad desde un perro contagiado a otro sano.

El flebotomo se caracteriza por su actividad nocturna y su sigilo, ya que no emite ningún tipo de zumbido que nos pueda alertar de su presencia. En cuanto a su aspecto, es un insecto de tamaño pequeño (3-5 mm), de color variable entre especies y con alas lanceoladas.

Leishmaniosis: ciclo biológico.

La leishmaniosis la transmite la hembra del flebotomo al alimentarse de la sangre del animal portador, ingiriendo los llamados amastigotes, que son la fase de Leishmania que se encuentra en los perros. Dentro del cuerpo del flebotomo, los amastigotes se transforman en promastigotes, que serán la forma en la que la hembra inoculará los parásitos a un nuevo destinatario cuando vuelva a picar.

Una vez el protozoo se encuentra en el cuerpo de su nuevo receptor, los promastigotes infectarán las células del perro, concretamente los macrófagos, y dentro ellos se transformarán en amastigotes. A partir de ahí, estos amastigotes destruirán a los macrófagos, multiplicándose y diseminándose por todo el organismo.

¿Qué ocurre cuando se contagia de leishmaniosis mi perro?

Cómo se desarrolle entonces la leishmaniosis (leishmaniasis) va a depender de cómo responda el sistema inmunitario del can. Si su respuesta es efectiva, el animal a pesar de estar contagiado, no desarrollará los síntomas. Por el contrario, si la respuesta es ineficiente, la infección seguirá su progresión y el perro desarrollará los signos clínicos. Es decir, que el perro puede estar infectado sin sufrir ningún síntoma.

¿Dónde se encuentran los insectos transmisores de la leishmaniosis?

El insecto encargado de transmitir la leishmaniosis se llama flebotomo, tiene actividad nocturna y habita en zonas húmedas, cálidas y con vegetación, como es la cuenca mediterránea. Para que la acción del flebotomo tenga lugar, son necesarias temperaturas superiores a 17-19 ºC lo que hace que se observe una mayor actividad en los meses de primavera y verano.

España es una zona endémica de leishmaniosis, siendo las zonas de mayor prevalencia: Baleares, Andalucía, Comunidad Valenciana, Región de Murcia, Cataluña, Extremadura y también Orense. Canarias es la única zona exenta de contagios y las zonas del norte peninsular presentan una menor prevalencia. Sin embargo, debido al cambio climático y el consiguiente aumento de las temperaturas, se han ampliado tanto las épocas de riesgo de contagio como las zonas. Esto hace que se registren casos en temporadas y provincias donde antes no tenían lugar, y que haya que extremar las precauciones durante todas las estaciones del año.

¿Podemos evitar el contagio de la leishmaniosis?

Para evitar el contagio de la leishmaniosis hay diversas medidas a nuestro alcance como evitar pasear a las horas del flebotomo (horas nocturnas), emplear mosquiteras y también el uso de repelentes (collares y/o pipetas). De igual forma, ninguna medida nos garantizará que no haya picadura, por lo que se recomienda además el uso de vacunas frente a la leishmaniosis para reforzar el sistema inmunitario de nuestro perro y que pueda luchar contra esta enfermedad. Recientemente ha sido comercializada una nueva vacuna de ADN de aplicación nasal, que presenta una elevada efectividad y no produce efectos secundarios.

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