¿Cuáles son las opciones de tratamiento de la leishmaniosis canina?

El tratamiento de la leishmaniosis canina ayuda a manejar la enfermedad de una manera efectiva, aunque no consiga eliminar por completo el parásito del cuerpo del animal. Un diagnóstico temprano de la leishmaniosis contribuye a un manejo adecuado que puede minimizar el impacto de la enfermedad, haciendo que afecte lo menos posible a la salud de tu mascota.

¿Cuál es el mejor tratamiento adecuado para la leishmaniosis canina?

No existe un único tratamiento para la leishmaniosis canina. El veterinario será el encargado de decidir cuál es el adecuado en cada caso, dependiendo de la fase de la enfermedad en que se encuentre cada animal. Además de prescribir los fármacos y realizar controles regulares para adaptar el tratamiento según vaya progresando la enfermedad, te informará de todo lo que necesitas saber para su manejo, desde la alimentación más adecuada hasta la mejor manera de mantener a tu perro activo o incluso qué champú usar para cuidar su piel.

¿De qué depende el tratamiento de la leishmaniosis canina?

LeishVet ha desarrollado una serie de recomendaciones en el tratamiento de la leishmaniosis canina, basándose en los diferentes estadios que presenta esta enfermedad. Ésta se clasifica en cuatro estadios según sus síntomas: estadio I con pronóstico leve, estadio II con pronóstico reservado, estadio III con pronóstico reservado-grave y estadio IV con pronóstico muy grave. Siguiendo estas recomendaciones, tu veterinario prescribirá el tratamiento adecuado a tu mascota considerando todas sus características.

Síntomas de la leishmaniosis canina

Los síntomas de la leishmaniosis canina presentan una gran variedad y dependen de cada perro, así que cada uno sufrirá unos signos concretos que no tienen por qué coincidir con los de otros canes enfermos.

Estos síntomas afectan a diferentes órganos del cuerpo, algunos de los cuales se pueden observar a simple vista como son los que dañan a la dermis y al pelo. Los principales son: descamación exfoliativa en la zona de las orejas y alrededor de los ojos, hiperpigmentación, alopecias, pelo seco y quebradizo, úlceras, nódulos, etc.

Sin embargo, los signos que afectan a los órganos internos son más difíciles de observar y pueden detectarse cuando la enfermedad está más avanzada, pudiendo haber dañado incluso su sistema inmunológico. Los principales síntomas son: aumento de los ganglios linfáticos, sangrado por la nariz, pérdida de peso, dolor articular y cojeras, aumento del tamaño del bazo y/o del hígado, y sobre todo alteración de la función renal.

Tratamiento para la enfermedad renal crónica derivada de la leishmaniosis canina

Uno de los principales síntomas que nos indica la gravedad de la leishmaniosis canina es la enfermedad renal crónica que puede desarrollarse por la presencia del parásito. LeishVet aconseja que, además de los fármacos prescritos para el tratamiento de la leishmaniosis, la enfermedad renal se trate siguiendo las recomendaciones de la Sociedad Internacional de Interés Renal (IRIS) para la enfermedad renal crónica en perros.

La importancia del sistema inmunológico en el tratamiento de la leishmaniosis canina

Tanto el desarrollo de la enfermedad como la eficacia del tratamiento de la leishmaniosis canina van a depender de cómo responda el sistema inmunológico del perro frente al parásito. Si sus defensas son capaces de plantar cara al protozoo, el animal podrá

conseguir una reducción de los síntomas e incluso que no le aparezcan. Es por ello que el uso de vacunas contra la leishmaniosis se ha convertido en un método eficaz en la prevención de la enfermedad. La última vacuna comercializada de ADN patentado se administra por vía nasal y ha mostrado una gran eficacia.

Bibliografía:

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